23 feb 2008

Ya estoy listo para volver a la mar
El casco reparado, los mástiles bien derechos
Algún roto en la veladura, pero poco mas...
Ahora solo me queda sacar la tripulación de las tabernas...
God's speed!

Al. Chiquillo

15 feb 2008

Love 2008

Ya sé que llego tarde a San Valentín, pero vengo de lejos, trayendo un videíto.
Mi elemento es el agua, más precisamente, el mar. Pero sé que hay algunas (y no estoy señalando a nadie ^_^) cuyo elemento es la arena. Más precisamente el desierto.



Ilana Yahab :: www.sandfantasy.com

14 feb 2008

San Valentín
El marketing, la globalización y el capitalismo salvaje nos invaden con corazones por estas horas.
Poco importa que el fin oculto sea generar ganancias explotando las ciudades urbanas y jugando con las ilusiones circundantes. Lo que yo rescato es que, por mandato de mi esencia romántica, el efecto visual de ver uno, dos y tres corazones o dos ositos abrazándose inspira a querer amar a una persona; es más: inspira a jugarse por el amor…
Cupido, dios caprichoso del amor (¿y sabio encubierto?) revoluciona los corazones con sus poderosas flechas. Quién amó alguna vez justifica el cruzar placer con sufrimiento…
Cupido tiene alas justamente porque amar es volar, es elevarse de los términos medios y apostar al absolutismo del amor.
Un corazón roto ataca a la mente y nos hace creer que todo está perdido. El dolor del corazón es un veneno devorador, un pac-man que en lugar de comer fantasmas chupa toda la energía de los enamorados. Sin energía ni motivaciones, la mente se trasforma en un pantano oscuro sin luces salvadoras.
Todo pierde sentido y muy pocos consiguen un renacimiento actitudinal.
Pero la virtud del amor-en la virtud está el castigo-es enamorarse del amor mismo, esa es la única conquista que encapsula al altruismo. Decir “te amo” y escucharlo de la mujer más deseada endiosa el espíritu infinitamente.
Pensaba dejar como mensaje final al mundo shakesperiano un mensaje de la importancia del enamoramiento y del privilegio de ser flechado por Cupido, pero tal apología sentimental la trasporto a este fragmento terriblemente poético de Becker a su media naranja:

Hoy te miré, te miré y me miraste: hoy creo en Dios
Feliz San Valentín para todos
M.L.Z.

9 feb 2008

Inevitable I

Julieta P.

Inevitable II

Julieta P.

7 feb 2008

A Julieta...

Nuestro mundo de personas y personajes se divide en dos submundos.
Tales laberintos, conducen a pasadizos completamente distintos.
Cuando se unen estos caminos, en realidad son puentes fantasmas. Es inevitable tener que convivir en esta ciudad recargada por un capitalismo salvaje.
Dichos submundos son: el normal, que ya por definición pierde todo tipo de interés, y el artístico.
Cómo no poner pasión en el círculo artístico.
Las personas nacemos, nos vinculamos emocionalmente y vamos modelando nuestra personalidad.
La personalidad, esconde la esencia deseada y las ideas soñadas para que se eleven en el inconsciente del entorno o campo al que aspiramos posicionar.
Recién (tuve que dejar pasar acosadores minutos para relajar mi pluma) gocé increíblemente con un episodio especial.
Volví a reencontrarme con una mujer con tanto arte incorporado que bastaba mirarla para sentir su intensidad…
Su mirada es infinita en interpretaciones. No caben dudas que esos ojos de romántica cazadora, acorralan a cualquier presa.
Cuando me doy el lujo de conectarme con personas de tal naturaleza artística, reafirmo que mi mundo, no el normal pero si el más desafiante, es el mejor camino.
Los artistas soñamos con una obra inmortal…y tomando de trampolín este pensamiento, es imposible no conquistar lo inconquistable…
M.L.Z.

6 feb 2008

De Castillos, Balcones y Ventanas

Ya de chico sabía que cumpliría mi sueño, en él cabalgaba hasta el pie de un castillo medieval para rescatar a la princesa encerrada en la torre mas alta…y vivieron felices por siempre…

Pero que romeo no sueña acaso con Julieta, que Peter Pan no añora que la próxima ventana sea la de Wendy. Así pasaron los años con balcones vacíos y ventanas cerradas. Los héroes se vuelven ordinarios y sus trajes se tornan grises, vamos olvidando la esencia, la magia.

Van quedando rezagados los poemas de Neruda que trajeron en sus versos mis primeros besos en la época de las caras con granos y las guerras al espejo. Esas mentiras inofensivas, esas verdades eternas, esos Eneros en la playa escribiendo nuestros nombres en la arena, los primeros sueños de una noche de verano. El mundo seguía girando que es lo suyo; queríamos vivir sin ser adultos escapándonos de sus miradas para estar juntos tirados en el pasto poniéndole nombres a las estrellas. También las primeras desventuras, los primeros ojos tiernos que he mirado, el no volver a verla para siempre, el no preocuparse por casi todo, el ser feliz con casi nada.

“Adaptate a estos tiempos” me gritaron los cantos de sirena a cambio de sus besos de bijuterie y sabanas de camas congeladas, y así fui olvidando los balcones, las ventanas. Fui descuidando la rosa en mi pequeño planeta, olvidándome de las esencias, de los perfumes sin botella, de los cuarenta y tres atardeceres en un día. Me fui domesticando, mezclándome con gente, perdiéndome en la multitud de un engranaje de sueños enlatados y entalcados, vendidos a color y en terciopelo.

Creo que fue ahí donde Sigfrido dejo de soñar con su Odette y se fue con Odile pero esta vez ya no había cisnes en el lago. Maldita decisión. Vacío e inmóvil sin miradas tiernas que puedan desoxidar mi corazón, fui perdiendo egoístamente amores por no darles el tiempo necesario a que maduren y florezcan. Sí, fui egoísta y ególatra, lo admito; perdí lo simple en manos de estrategias calculadas y fracase una y mil veces por tratar de no ser yo mismo, viviendo de suspiros de teatro con lagrimitas de plástico sobreactuadas.

Un amor vino igual a rescatarme, era yo el que estaba atrapado en el castillo, ciego de vivir ya largo tiempo en lo oscuro. Me mostró el sol y el mar, pusimos nuevos nombres a las estrellas. Supo quererme a su manera pero era yo el que no supe entenderla y fue así como partí, hacia otras tierras y yo volví temblando a encerrarme en mi castillo, a descreer en las Julietas

Vinieron tiempos de falsa belleza, de comida rápida, de sálvate si puedes. De dioses muertos, del fin de la utopía. Apuñalando al romanticismo por la espalda, nos cubren de sombras, de mascaras, de cortinas. Volver a cabalgar no es fácil, lo sé. Pero está, puedo nuevamente sentirlo como cundo era chico, en alguna torre que no sea rascacielos, alguna ventana sin sus vidrios espejados o algún balcón sin cerramiento, mi princesa, mi Wendy, mi Julieta.
S.G.

4 feb 2008

Julieta Posmoderna.

Julieta en la era del desencanto. Del descreimiento, como decíamos a fines de los ochenta. Del “ya lo probamos todo y no funcionó; ¿ahora qué?”
Es jodido imaginarse a Julieta asomada al balcón de una metrópoli cosmopolita en la que los valores se fueron al garete y se pondera la cultura de lo inmediato. Pobre Julieta, ni tiempo para suspirar le queda. Me la imagino buscando a su Romeo por la red, saludando hacia el cielo desde el balcón para que la fotografíen los satélites. Leyendo y releyendo mails. Mandando y recibiendo mensajes de texto desde el móvil. Chateando con amigas. Atiborrándose de chocolate, comida envasada y jugos llenos de conservantes y colorantes. Porque si algo le cae como anillo al dedo al enamoramiento, es el culto al consumo. Imaginen esas horas muertas pensando en él y sin nada para picotear. ¿Y él? En vez de pedirle que no jure por la luna le va a preguntar cómo se ve desde el balcón, porque el pobre amante malvive en un monoambiente que apenas tiene una ventana que da al contrafrente. Mmm… amor y posmodernismo parecen ser una mala combinación. Pero poco se pierde haciendo la prueba. Por eso escribo esta invitación abierta. Entiendo que en esta época, acodarse en el balcón a suspirar mirando la luna suena como una pérdida de tiempo. Pero los que se enamoran tienen su propio hábitat espacio-temporal y pueden pasarse horas mirandose uno al otro. Entran en esa burbuja donde nada cuenta si no es estar con el otro. En los momentos de conexión con el mundo terreno se preguntan cómo es que el mundo no se ha parado. Cómo es que la gente sigue su camino normalmente, como si nada hubiera pasado mientras dentro suyo todo se desmorona y se vuelve a armar a velocidad de vértigo. Cómo es posible que existan direcciones opuestas si todos los caminos de uno conducen irremisiblemente al otro. Y el mundo no se detiene. Muy por el contrario, cada vez va más rápido. Así va tambien la gente, corriendo por la autopista del sin sentido. Naciendo, creciendo y muriendo mientras en la burbuja todo es amor...
Horatio

Sonnet CXVI

Let me not to the marriage of true minds admit impediments

Love is not love which alters when it alteration finds

Or bends with the remover to remove

Oh No! It is an ever fixed mark that looks on tempests and is never shaken

It is the star to every wandering bark whose worth's unknown, although his height be taken

Love's not time's fool, though rosy lips and cheeks within his bending sickle's compass come

Love alters not with his brief hours and weeks, but bears it out even to the edge of doom

If this be error and upon me prov'd,

I never writ, nor no man ever lov'd

William Shakespeare

Julieta P.

3 feb 2008



Mágica escena en la que Cnel. Brandon ve por primera vez a Marianne y se enamora perdidamente de su imagen...

Un verdadero deleite para los soñadores...

Julieta P.